jueves, 18 de junio de 2009

Amarilla conclusión


Tristes envejecidas hojas como gotas caen de mi cuerpo como árbol reposado erguido y poblado. El viento desarraiga mis tristes hojas para tenderlas en los arrabales de mis raíces. Nunca más ellas volverán a ser mías. Nunca volverán a ser mías las tristes hojas de mi cuerpo, apenas cubren mis raíces cuando la madurez otoñal las apura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario