lunes, 14 de septiembre de 2009

PENSAMIENTOS DESARROLLADOS SOBRE RIBETE AMARILLO MAS CERCA DE AYER QUE DE HOY...


Hoy, cuando todavía es muy temprano para cualquier cosa, cuando aún no había hablado con nadie, ni había dicho la frase "hasta mañana", en parte porque hoy era ese mañana y en parte porque aún no había tenido ocasión. Hoy temprano. Cuando hoy es la franja inquieta que tiene algo de ayer. Hoy cuando el día es aún esa fruta verde que cae mal si se la ingiere. Hoy y a pesar del sueño, una pregunta me irrumpía cada vez que podía...
Por qué esta vez sí?

Reconozco que hace unos cuntos años tenía por costumbre guardar flores en los libros. Dejé de hacerlo por dos motivos. En el mejor de los casos, el reencuentro con la flor me remitía a un momento, a un sol particular, a un lugar, a una sonrisa, a un costado de la cama, a una palabra.
Y en el peor de los casos, no me remitía a nada.
Comencé a considerar semejante hábito lo bastante decadente como para reincidir y lo bastante melancólico como para volver a resistir, en estos tiempos en que la melancolía ya no es un poema ni una vieja flor, sino más bien, cotidianeidades, dolencias concretas, achaques recurrentes y esas cosas.
De manera que dejé de hacerlo. Pero... por qué lo volví a hacer?
Tal vez tenga muy firme el deseo de que al abrir el libro que contiene esta flor, tan actual y presente, tan poco azul, en el momento que fuera, más vetusta y cenicienta... ella aún esté conmigo.