miércoles, 14 de abril de 2010

ALGUNOS SEGREGADOS QUE MI MUNDO INTEGRA


Hoy fue un día con algunas dificultades, dormí mal. Algo me despertaba cada 5 minutos, era yo misma con esta tos, que la siento en las cervicales. Y en las lumbares también. No supe como acomodarme en la cama y me levanté.
Puse la pavita, como dice Cortázar en su casa tomada, y después de las ceremonias correspondientes, me dispuse a tomar mates.
Nunca dejé de toser.
Tuve conversaciones con mi abuela.
Jugué felizmente con el nuevo integrante de la familia.
Pero nunca dejé de toser.
Entre pinturas y alguna lectura se me fueron las horas como agua entre los dedos, a las 7 de la tarde tuve turno con el médico... porque esta tos!
Al volver, nuevamente conversaciones, con la abuela y otros esta vez.
Volví al ruedo de pintar, a inventar formas.
Sigo tosiendo, se me va a pasar, pero estoy cansada.
Pienso en este hombre agregado, agredido, agraviado y agresivo, agrietado. Sólo puedo compadecerme, impulsando a la pasión sin impuestos, o con lo puesto, de aquel hombre tan pobre, tan negro y agregado... o segregado, da igual.
El tono dorado es ese resplandor de optimismo que tengo cuando la tos se va y finalmente duermo a pata tendida.