miércoles, 14 de octubre de 2009

A veces cae un rayo en medio del día y los ánimos viran para bien...

De repente entró un débil rayito de luz por la ventana, y yo con el mate sobre la mesa... Entonces el día fue menos gris, menos denso. Más verde, más íntimo, más de recuerdo. Más completo y sobrevivible... Y mucho más lindo.