miércoles, 26 de mayo de 2010

Qué le habrán hecho mis manos?

Con las diferencias que tenemos
en apariencia...
Con las otras, nada aparentes
y tan densas,
reales, profundas grietas
como cuevas...
Así, te miro a los ojos
y como el cíclope aquel...
encuentro aguas mías.

Custodiar a la manera de lo trolls
secretos tesoros nuestros.
Pararnos frente al río,
eyacular palabras en él, y
girarnos cómplices de lo que hemos dicho.
De lo que hemos hecho.
Lamentarnos por lo que no hemos conseguido romper
Celebrar lo que se nos ha roto.
Lo que se me ha roto.

Mirarnos las palmas de las manos
como si comenzaran a brotar jazmines, o
borbotones de sangre azul.
Mirarnos de nuevo a los ojos
sin entender qué nos hemos hecho.
(Ahora el cielo ya es más oscuro
y hace frío.
No entiendo que nos hicimos
pero estoy bien).

De eso no se vuelve...
la sangre, los agujeros en la pared
los jazmines, los ojos, las palabras,
las diferencias.
De eso no se vuelve.
El tiempo es un conejo que se tumba
a la sombra de un palo borracho
a descansar.
Y eso es todo.

Y nada más.