jueves, 8 de julio de 2010

Desmayada de sueño y cansancio
En tus brazos me pienso.
me inunda la noche
las palabras filosas
y todo lo que ya la historia ha dicho.
Muchas son las horas de soledad y frío
Mi vida es como un no ser.
como la muerte en el océano,
Porque la fatiga a solas no es fatiga
y el miedo a solas no lo es.
el árbol que cae en medio del bosque
sin que nadie pueda pronunciarlo
no es árbol que cae,
es mera invención humana y discursiva.
las noches y el frio
hechos palabras se vuelven mi otredad.
invento a medida que los pienso
Como mi cuerpo rendido
en tus brazos.
Tal como me pienso.
Sigo inventando noches cuando
una luz irrespetuosa intenta asomar por la ventana
después de haberme emborrachado de cafe
de tangos...
entonces corro a oscurecer
nuevamente cada grieta de
mi vida.
la noche.
Mi noche.
Y sigo sola.
Y así respiro despacio y corto,
para no depertar demasiado.
miro bien mi cuerpo alejado
del espacio que ocupo.
sin moverme mucho.
Creo que sigo acá.
Aunque de poco sirve
Nada late afuera
un poco de espeso silencio
y las puntas de mis pies.

NI PALABRAS, NI ESPECIAS, NI PINTURA

Porque una vez mi profesor de teatro me advirtió... para una buena comida, pocas especias.
Vuelvo a sus palabras cada vez que empiezo a darme cuenta que he condimentado de más, que el tomillo es buenísimo pero no con romero u orégano a la vez.
Las cosas no siempre son tan simples al estilo... está salado, menos sal... está dulce, menos azúcar. Para esos casos en que las cosas se me han abarrocado demasiado, entro al blog a comenzar a separar especias.
No lo consigo.
Gota tras gota cae el acrílico petróleo que elegí.