viernes, 1 de octubre de 2010

ESPEJOS NEGROS

Quisiera tironearme de un brazo y traerme a este lugar en que no estoy,
A este lugar en que me hago falta.
El mejor certificado de ausencia es el que no existe.
No vengo porque no sé donde buscarme,
Dónde llamarme,
Dónde encontrarme por teléfono, no respondo a los llamados,
No doy señales de vida.
Qué habrá sido de mi vida!
Tantas cosas quedaron sin decirme, tanto sin hablar...
Es tanto lo que no estoy que mi ausencia ocupa demasiado espacio
No puedo esquivarme
Sin embargo... quisiera traerme a este lugar en que no estoy.

si esto no es defraudar...

En la calle, un señor mayor realiza un paso hacia adelante, justo en ese instante un muchacho de pelo largo sube el cordón de la vereda a veinte centímetros de él. En el momento en que el señor da el paso, arrastra con su pie una hoja en blanco, el muchacho la mira rápidamente, luego con atención al señor mayor. Lo mira de arriba a abajo y vuelve a la hoja. El hombre lo mira despreocupado, como diciendo... "y bueno, ahora ya está". El muchacho mira la hoja en blanco durante unos 10 segundos. Parece lamentarse y mira al señor, casi culpándolo. El hombre mayor se da vuelta y se dispone a ignorarlo. El muchacho de pelo largo camina dos pasos y se voltea al tercero para mirar nuevamente la hoja. Blanca. Impecable. Y sola.
Luego camina hacia la izquierda.