lunes, 30 de noviembre de 2009

miércoles, 25 de noviembre de 2009

De vientos que dan forma a la existencia

Cuando era pequeña y apoyaba la cabeza en la almohada para dormirme, sentía que me iba achicando cada vez mas. Hasta que de pronto, abría los ojos rápidamente como quien se quiere anticipar al destino y veía muy cerca de mi cuerpo, casi rozándome, una aguja.
Todas las noches lo mismo. Incluso llegué a pensar que cuando cerraba los ojos, se movía, ganaba territorio en mi cama. La propia imagen también se modificaba, comenzaba a moverme como en cámara lenta, sin proponérmelo, claro. Tenía conciencia de lo que pensaba, pero no de lo que hacía. Entonces mi mano se acercaba a la aguja. A lo largo del tiempo había entendido algo... si se me ocurría agilizar los movimientos, la escena terminaba. Situación que evitaba.
Recuerdo claramente lo que sentía en la panza ante semejante imagen. Una aguja gigante me apuntaba. Me condenaba. Me hechizaba. Me asustaba. Pero yo quería que se quede.
Esa sensación, hoy es la angustia que me acompaña.
Por supuesto, podría evocar al tan mentado "beneficio secundario del síntoma", asumiendo que en cualquier caso, esta angustia trae algo de irrealidad o de fantasma, algo de eternidad, de quietud. Uno se queda como el axolotl en la pecera, mirando atrás de un vidrio en donde todo es ajeno y uno ya no es uno, sino lo que los demás ven de uno.
Lo cierto es que en cuanto comienzo a descubrir mi angustia, caigo en el antiguo vicio de buscar respuestas. Y qué es la angustia sino la falta de ellas.

No me quiero ir a dormir y mañana me levanto demasiado temprano pero se muy bien que ahora nada importa más que escribir sobre ella hasta extirparla.
Entonces, digo que pensé en vomitar palabras y asocié la imagen a un parto y me pregunto que tienen en común éste y aquel si es que uno da vida mientras el otro desecha lo que el cuerpo rechaza.
O es que el parir es una forma de rechazo y de sacarse algo de encima?
O es que sólo se desecha lo que no es propio bajo el nombre de parto?
Entonces, escribo sobre mi abandono. Y mi papá dándome la espalda. Y mi papá que no me mira. Y no hay caso. No mira. Y mamá naturalizando el secreto, lo no dicho.
Y escribo además por la inmensa quietud de esta noche en este espacio reducido y en la oscuridad que encandila desde la ventana y esa nada que se hace espacio en mi cabeza, en el pecho, en las manos hinchadas, en estos ojos como piedras, en los cuadros.
Escribo por lo que extraño, por lo inevitable, por lo que acontece y por mi pierna, por este cuerpo que duele, por el peso de los días.
Escribo por las banderas para ciegos, por corromper las técnicas de escritura, por sublevarme y gritar a los cuatro vientos.
Escribo para imaginarme la muerte a pierna suelta.
Escribo para lastimarme, para humillarme, para sentirme menos que la aguja.
Escribo para convencerme y por necesidad.
Escribo para prescindir de todo, para dejar todo atrás y no volver la mirada.
Escribo para no salir a cielo abierto a caminar un par de cuadras aunque duela.
Escribo para no lastimarme los nudillos.
Escribo para distraerme.
Sólo me queda cerrar los ojos y empezar a pensarme como un médano frente al mar, dejar que el viento me modele, y amanecer otro día, con otra naturaleza. Sin dolor, ni rechazo ni abandono ni agujas ni peceras con axolotles.

Porque después de todo... siempre hay alguna manera de controlar el caos.

martes, 24 de noviembre de 2009

sábado, 21 de noviembre de 2009

Qué es la vida sino el encuentro constante con uno mismo...

BOTELLAS AL MAR XI

Te escribo querido amigo y confidente sabiendo que ya no recibirás esta carta.
Cuando se me ocurrió arrojar una botella al mar con el primer mensaje, imaginé que sería un adulto quién la encontraría, necesitaba comunicarme con alguien. Unas palabras apenas, sentir la ficticia compañía.
Te encontré a vos y fue como encontrarme, me hablaste de cosas que había olvidado.
Había olvidado que algunas casas tenían olor. Los juegos. Los amigos. Bueno, todo lo que ya te dije... cosas que yo también tuve.
Me motivaste.
Me recordaste a mí mismo.
Te me sentaste delante como mi pasado.
Yo no siento que algo haya cambiado, sin embargo creo que un velo se corrió. Que puedo ver y sentir cosas que dormían en mi.
Y ahora que están despiertas, no quiero que se adormezcan nuevamente, de manera que no voy a pensar que ya no estás más ahí, y seguiré escribiéndote hasta el olvido.
Ah!! Admiro tu inteligencia para jugar a las damas.
P.D.: gané... ya lo creo.

BOTELLAS AL MAR X

RESPUESTA 5

Finalmente llegó el día, a la noche salimos hacia la ciudad, por fin veré a mi perro. Pero me da lástima dejar de escribirnos.
Necesitamos mucho tiempo más para poder terminar la partida, pero quiero confesarte que nunca aprendí bien el juego... solo repito tus jugadas hacia la dirección contraria. Jeje! Hice trampa.
Son lindos los barriletes con mensajes, sirven para decir cosas a la distancia, como el que me compré... "te quiero".
Al pensar que es la última carta no quiero olvidarme de decirte que me parece que fuiste el amigo que más llegó a conocerme. No sé bien por qué...
Me hubiese gustado conocerte en persona, pegarte un abrazo. O pasarme unos días con vos, ahí donde estés.
La rojura ya se me está pasando, viste que cuando uno se vuelve de las vacaciones, tiene ese aire de cosas que se están pasando. Yo te dejo junto con ese aire.
Tampoco sé por qué me siento diferente después de conocerte, como si algo en mi hubiese crecido de golpe. Por primera vez no respondo ni por obligación, ni por juego. Sólo porque necesito hacerlo.
También por primera vez se me llenan los ojos de lágrimas al pensar en una despedida. Es extraño. No soy el mismo que llegó con la felicidad de dejar atrás la escuela y de levantarme tarde y no tener tarea. Últimamente pienso si podría llevar la vida que estás llevando, si sería capáz y tampoco sé por qué lo pienso.
Tengo muchas preguntas.
Me voy sin despedirme. Siento que estás conmigo como el aire.
Te abrazo.
P.D.: ganaste por abandono.

BOTELLAS AL MAR IX

CARTA 5

Me encantaría que te quedes ahí hasta que, al menos, terminemos la partida.
Ni siquiera hemos llegado a comernos fichas.
Sí!! Pude ver el barrilete... ahora sé que estás ahí. Yo también ya te quiero.
P.D.: tercera ficha, igual a la anterior.

BOTELLAS AL MAR VIII

RESPUESTA 4

Hola! Quería decirte que estoy un poco triste porque ya falta poco para que estas vacaciones se terminen y no sé si podremos seguir escribiéndonos.
Fueron las vacaciones más lindas!!
Viste el barrilete?
P.D.: tercera ficha a la izquierda.

viernes, 20 de noviembre de 2009

BOTELLAS AL MAR VII

CARTA 4

Tenés razón, no hay por qué estar triste. Sobre todo, porque desde que nos escribimos me recordás mi infancia, mi familia, los animales, la escuela, los olores. Son lindos esos recuerdos.
Hoy me desperté con ganas acomodar y poner orden a esta choza que me hice, limpié todo lo que pude y la renové.
Después, me fui a nadar y ahora aprovecho de la noche, de las estrellas, imaginando que tal vez, vos estés pescando de nuevo, con tu papá, con tu amigo.
Seguí intentando lo del barrilete, mañana estaré como siempre esperándolo.
Un apretón de manos.
P.D.: segunda ficha, paralela a la jugada anterior.

BOTELLAS AL MAR VI

RESPUESTA 3

Hola Amigo, ahora que lo pienso, tampoco yo sé tu nombre.
Perdoname, a veces no entiendo lo que me decís, o las palabras que usas. Acá, en la playa no hay diccionario y tampoco me dan muchas ganas de buscar las que no entiendo, me recuerda a las tareas de la escuela... no me gusta.
Ayer conocí un chico, un año mayor que yo. Jugamos en la playa por la tarde y a la noche nos fuimos a pescar, los dos con mi papá. Estuvo buenísimo. Fue la primera vez que pesqué.
Ah!! A la mañana remonté un barrilete con la esperanza de que lo vieras, pero parece que no, qué lástima!
A veces cuando leo tus cartas, me parece como si estuvieras triste, no estés mal amigo. Puedo llamarte amigo invisible!! No estés mal amigo invisible.
Que suerte no tener que ir a la escuela.
Antes de dormir, mi mamá me da un beso y me dice buenas noches y me gusta dormir de costado. Extraño un poco a mi perro.
Sabés? Estoy rojo como un tomate, es que me agarró el sol temprano y dije haberme puesto bronceador, lo que pasa es que no me gusta nada ese olor a torta de almendras que hace mi mamá. Ese es el olor de mi bronceador. Pero sí me gusta el olor que hay en la casa de mi abuela, no es a comida... no sé bien olor a qué es, se parece al de las fotos blanco y negro, a veces pienso que es el olor de la casa, o de las paredes. Las casas tan altas tienen más espacio para el olor. Y me gustaría ser arquitecto y construir muchas casas altas.
Ahora tengo que armar un plano por unos tesoros que oculté en la arena.
Así que voy terminando la carta.
Te mando un abrazo, no muy fuerte por esto de mi rojura.
P.D.: segunda ficha, paralela a la primera.

jueves, 19 de noviembre de 2009

BOTELLAS AL MAR V

CARTA 3

Bueno, te cuento querido amigo que los días son difíciles por aquí. Pude construir lo necesario para subsistir, sin embargo las satisfacciones aún escasean. Duermo poco. Y solo. Cuando comienza a caer la noche es como si estuviera en una cama de hospital. Inmóvil. Entregado a las desventuras venideras. Asustado. Preocupado. Es decir solo. Es por eso, que se me había ocurrido soltar botellas al mar con cartas para Alguien. Sin saber si Alguien las encontraría alguna vez, o si tendría ganas de responderlas.
Tus respuestas son mi única compañía.
Ahora los días son mas largos y es lindo, hace calor y parece que con el frío, se fueran también algunas angustias. O serán las cartas.
En invierno me dedico a hacer una pequeña fogata diaria, me lleva un buen tiempo pero es necesario.
Aún no he visto barriletes, pero los espero.
Por las noches, cuando me cuesta dormir, intento imaginar tu color de pelo, tu sonrisa, tu altura... Tu nombre. No es para que me respondas todos esto, Amigo. Así está bien. Seguro te imagino tal como sos. Cuando doy vueltas sobre el sitio en el que duermo, pienso cómo estarás. Si dormirás de costado o boca arriba. O boca abajo. Quién te despierta o quien te abraza antes de dormir.
La mayor parte del tiempo pienso en vos.
Últimamente me siento todas las mañanas en la orilla a esperar algo en el cielo. Paso horas detenido. Paso horas pensando en qué escribirte y contarte. Y ya no sé si estás, si sos. O si solo sos para mi.
Te mando un gran abrazo Amigo.
P.D.: primera ficha de la derecha, hacia afuera.

domingo, 8 de noviembre de 2009

BOTELLAS AL MAR IV

RESPUESTA 2

"Se me ocurrió algo que está re bueno!! podremos jugar a las damas? mi abuelo se aprovecha de mi condición de principiante. Vos no, no?
Hoy mi papá se olvidó de comprarme un barrilete y no entiende por qué lo necesito con urgencia, y yo no quiero generar sospechas, así que esperame.
No te asustes, vos sos mi amigo ahora, porque los amigos juegan y nosotros vamos a jugar a las damas, sabes? trato de estar solo para poder escribirte y es difícil porque mi mamá me busca todo el tiempo, quiere que juegue con unos chicos vecinos, yo no tengo ganas. Se lo pasan mostrándome sus juguetes y no juegan a nada, son aburridos.
Contame cómo te las arreglás para comer, para bañarte... Te hiciste un baño?
Bueno, te espero, amigo.

P.D.: primera fila, primera ficha blanca de la izquierda, hacia afuera."

BOTELLAS AL MAR III

CARTA 2

"Realmente estoy feliz, pero tu respuesta me sorprende, no esperaba que fuera un niño quien la encontrara...
Me imagino lo lindo que lo estás pasando, puedo ver las imágenes a medida que leo tu carta. Hace mucho que no acaricio un perro.
Es extraño porque lo mismo que me pone feliz, me preocupa. Siento algo de susto... qué será de mi después de nuestro contacto... quisiera que me escribas siempre.

P.D.: Aprendí de niño a jugar a las damas, pero me olvidé. Ahora que me contás, me dieron ganas de fabricarme un tablero y fichitas"

BOTELLAS AL MAR II

RESPUESTA A CARTA NÚMERO 1

"Quería contarte que éstas cartas van a ser un secreto entre nosotros, no se lo puedo contar a nadie, mamá se molestó bastante cuando en la playa encontré la botella y saqué la carta. Me prohibió escribirte. No la entiendo, pero si se entera me va a retar.
Estoy de vacaciones y acá el lugar es hermoso, hace calor y estoy con los abuelos. El abuelo me enseñó ayer a jugar a las damas, vos sabés?. Tengo un cachorrito que me vuelve loco, hoy me despertó con todo su cuerpito encima, es re gracioso.
Me encanta esta casa, sabés? no quiero volver a la ciudad, ni a la escuela.Vos donde estas? me gustaría conocer tu país, parece divertido arreglárselas para armarse una casa, yo se hacer casas. Me fui de campamento hace poco y es re lindo. Me doy maña.
Ojalá te llegue esta carta... no sabía que las botellas sabían llevar mensajes. Está buenísimo!!
Estaremos lejos? si remonto un barrilete lo ves?, ya sé! mañana a la mañana lo hago y vos me escribís contándome si lo viste.
Hasta la próxima!!"

BOTELLAS AL MAR

CARTA NÚMERO 1

"Ante la soledad de estas tierras, la aventura cotidiana de la vida se resume a la supervivencia. He conseguido la manera de obtener el alimento de cada día, he sabido cuidarme de la fauna del lugar, tengo poco tiempo de recreación, casi ninguno. He aprendido a resguardarme de las tormentas y las tempestades del lugar. Me he convertido en mi propio constructor, médico, jardinero, empleado y empleador. He cultivado la fe ante el desgano y la desesperación. He sabido acallar los miedos. Me he domesticado solitariamente.
Sin embargo...
No converso con nadie. Sólo escribo para no volverme loco, pero tampoco alcanza. Necesito de tu presencia, en cualquier parte. Necesito saber que alguien que lee ésto. Tal vez, a partir de entonces... tendré un motivo para vivir.
Me siento en esta gran orilla a observar la llegada, espero todos los días, de la misma manera en que espero la salida del sol... tu respuesta."