Finalmente no es para cuestionar, ni para castigar. Simplemente los de este lado, deberíamos entender y acompañar a nuestro modo, con los gestos de siempre, qué se yo... el mate de la tarde, algún jazz a tiempo. Lo cierto es que ante semejante soledad, se rodeó de mugre. Por rodearse de algo.
Entonces, las nubes del techo se abrían paso y dejaban ver parte de la madera envejecida, arruinada, pero sólo así entendía por qué cada vez que llovía, se le mojaba su sillón de terciopelo rojo intenso. Manoteba espantando moscas que no se iban, que cambiaban de color y se acercaban cada más a su nariz. Algunas conseguían adentrarse entonces se sentía grande, importante. Inspiraba con profundidad, haciéndolas propias. Por tener algo propio.
El mundo a su alrededor se le apuraba, las ventanas se abrian y cerraban como si las 24 horas del día pasaran en 2 minutos, y así la vida. Amanecía y atardecía en instantes y eso era muy bueno. En tanto él seguía ahí parado en cierto modo, aunque corriendo por los zócalos, martillando las nubes, pasando la lengua por los quicios de las ventanas. Vomitaba. Tosía. Se agitaba. Reía a carcajadas. Sangraba por la boca y se sentía dueño del mar. Todo ese mar de sangre. Suyo. A borbotones.
Todos los días corriendo debajo de sus ropas, bajo esas nubes...
Se recostaba en el suelo boca arriba delante de la puerta de entrada, quieto, inmóvil, respiarando cada vez más chiquito para no distraerse. Ahí quedaba a la espera... todos los días pensaba lo mismo. "Ya van a entrar. Ya me vienen a buscar".
Se dormía en ese vértigo y se despertaba con la bronca de que una vez más no hubiera sucedido.
Otro día igual, volver a asirse de las cosas, volver a vomitar mar, a tragar moscas y a rodearse de mugre.
"En tanto él seguía ahí parado en cierto modo, aunque corriendo por los zócalos, martillando las nubes, pasando la lengua por los quicios de las ventanas. Vomitaba. Tosía. Se agitaba. Reía a carcajadas. Sangraba por la boca y se sentía dueño del mar. Todo ese mar de sangre. Suyo. A borbotones..."
ResponderEliminarNo entiendo muy bien de qué se trata todo pero me encantó estos deslices de imágenes y sensaciones. Puedo flashear cualquier cosa, la interpretación es parte de cada lector, no busco que me aclares nada., a no ser que hayas querido ser clara, pero me da la impresión de que no es en este caso.
"Finalmente no es para cuestionar, ni para castigar. Simplemente los de este lado, deberíamos entender y acompañar a nuestro modo, con los gestos de siempre, qué se yo... " Al parecer hay dos bandos, unos para un lado y otros por otro que lo mejor, por mas que no se compartan, sería respetarse. Me confunden los ejemplos de los gestos de siempre: "el mate de la tarde, algún jazz a tiempo..." Como si escuchar jazz fuese algo común al menos no comparado con el mate. Ahí puedo pensar que se trata de costumbres familiares, particulares.
Después empiezan las imágenes, con un tono onírico: "las nubes del techo...", las moscas que cambian de color, y ya entro en un terreno en donde no hay razonamiento, mas bien percepciones, pero me gusta, hay algo de todo esto que me encanta.
Hola! Antes que nada, quería agradecerte por el comentario, es alentador cuando uno descubre que el escrito despertó sensaciones o hizo pensar en algo. En principio, puedo decirte que mi intención no fue ser clara, sino sugerir que "algo pasa". Respecto a eso de los bandos, sí hablaba de dos diferentes, uno, el que se encuentra el protagonista, con su realidad, con su locura... el otro sería el que ocupa el resto, quienes se saben cuerdos y lo observan pasivamente como un bicho raro. Eso de ofrecerle contención, o un mate o un jazz es en respuesta a eso, a tenerlo un poco más cerca del bando "cuerdo". En ningún momento hice un juicio de valor sobre la locura o la cordura, para mi ambas son consecuencias y nada más.
ResponderEliminarFinalmente, hablar de costumbres cotidianas haciendo referencia al jazz fue apenas un gesto de soberbia de mi parte.
Muchas gracias de nuevo. Vi tu blog y es muy interesante, me gustó mucho!
Hola! De nada, para mi no es ninguna molestia, me gusta dejar mi opinión o punto de vista en esto que me apasiona que es la expresión de las palabras.
ResponderEliminarParece que no estuve tan errado en mis conceptos, por ahí se me escapó el tema de la locura que no lo percibí, pero lo demás pude interpretarlo de una manera viable. Repito que me gustó mucho y que si de alguna manera te sirve como aliento a poder seguir escribiendo, bienvenido sea.
Te voy a agregar a mis recomendados en mi espacio para seguirte mas de cerca.
Te mando un beso y gracias a vos por tus palabras hacia lo que hago.