viernes, 7 de agosto de 2009

Ese instante revelador

Hoy es un día extraño, como de regreso.
Siento que me volvieron ganas de escribir casi en respuesta a un post de un blog amigo.
Me quedé pensando en el tiempo y las prioridades. Pensaba cuántas veces perdemos tiempo pensando en prioridades y no nos dejamos abrumar por una hoja roja que cae en otoño, o por el suelo alfombrado por los Jacarandaes...
Tengo que decir que yo no pienso demasiado en el tiempo. Llámese inmadurez, infantilismo o simplemente miedo a la muerte.
Hoy quiero decir que me han pasado cosas que me tiran a la vida encima, como si algo desde afuera me la devolviera. Será energía. Será Dios. Será destino. Seré yo... no lo sé y no sé si hay que saberlo.
Hoy quiero decir que el tiempo para mi es una cuestión mágica, casi mística.
Tengo cierta inclinación a quedarme "dormida" o "ida" o "colgada" o "perdida" en mi cabeza, y cuento con alguien que me ama y me vigila estos ensueños, aunque cada vez me siento más preparada para vigilármelos yo y esto también es gracias a su ayuda.
Cuento todo esto, así, de manera desprolija que es como me sale en este momento, porque hablando del tiempo, hablo de la vida, y me teclean los dedos casi sin filtro.
Entonces, digo lo que siento, lo que sentí en ese instante en que parece que el tiempo se detiene.
Y la vida es arrojada en forma de rayo helado que atraviesa el cuerpo, y una cree tener la certeza de que nada va a ser como antes, que la vida se nos vira para siempre. Que ya no podré mas que estar presente con la mirada perdida. Que ya los colores de mis cuadros no serán los mismos.
Entonces, hay preocupaciones que ya no preocupan tanto. Hay dolores amortiguados. No hay más remedio que la aceptación. Que ya no queda otra que apoyar la mirada y controlar que no se me pierda. No dejar que me gane el ausentismo.
Y me vengo a enterar que sí puedo ponerle el pecho. Que no me muero en el intento. Que me cuesta poner en marcha, pero lo hago. Que soy lenta para hacerlo, pero lo hago.
Y todo esto es gracias al amor que siento. Por mí, por ella y por los demás.

1 comentario:

  1. El pecho está para ponerselo a las balas y el intento para verificar que uno está vivo. Sea cual fuere la velocidad de nuestra marcha hay un motor interno que no nos deja ni quietos, ni inmoviles, ni con la mirada perdida.
    Muchas veces vos fuiste mi motor cuando crei que habia un único color posible...me mostraste los matices y estuviste al lado mio. Esta vez me toca a mi decirte que fuiste mi sosten y mi alma y que por eso te amo cada dia mas! Gracias por ayudarme a crecer!!

    ResponderEliminar