domingo, 9 de agosto de 2009

Detrás de lo que parece...


De niña soñé un par de veces que volaba. Recuerdo la sensación de insatisfacción que sentía al no poder hacerlo más alto, más lejos, más rápido. Tanto, que terminaba por despertarme.
Y pintar... esa misma sensación de incompletud.
Creer que voy a pintar y después, apenas un vuelo gallináceo y al suelo.
Nunca es más alto ni más lejos. Y nunca es el cuadro.
Esta vez, me animé a desafiarlo... lo rompí, literalmente lo rompí para esperar más de él y dejar que su azul me chorree.
En verdad... creo que sólo le quite algo de cáscara.
O es que sólo busco despertarme?

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